EL VERANO ( qué pereza) Y EL FOMO. ¿ES LA VIDA LO QUE VIVES O LO QUE CUENTAS?




Ey, mírala, ahí llega de nuevo, cabalgando a lomos de un caballo blanco o de una burra como la que Pancho le robó a Ayo.  Monta orgullosa con las riendas firmes y la sonrisa de medio lao por la orilla de la playa y me mira zalamera, sabe que viene a joderme: la nostalgia otra vez, esa cabrona pendenciera.

Y es que resulta que es verano otra vez. La estación que más controversia genera, es como la pizza de atún o Chiquito de la Calzada, o te encanta o lo odias. El team odio va ganando adeptos conforme más años hayan pasado desde que tuviste que sacarte el dni obligatoriamente. Te haces mayor y ¡pum! te molesta todo: la gente, el sol, las noches tropicales infernales. ¿Alguien más quiere que termine ya el verano?

¡Qué me queje yo que vengo de mi particular "Vacaciones en el mar"! Pues sí , me quejo que para eso tengo el blog y dicen las malas lenguas - mis amigos - que además tengo FOMO.

FOMO: Fear Of Missing Out. El miedo a perderse algo. A quedarse fuera. A no estar en la foto. El querer estar en el crucero, en la fiesta del pueblo, en la barbacoa de tu prima y en la excursión a la montaña para ver las Perseidas. Todo a la vez.

Y es verdad que lo he tenido, y lo tengo, pero ya más currado, más trabajado, ya soy capaz de quedarme en el sofá de mi casa con las piernas en lo alto del respaldo, ver una foto de algún amigo en un lugar en el que yo podría estar y no convulsionar. ¡ Qué maravilla el arte de que te la pele todo! Yo no lo domino, pero ahí estoy, trabajándolo.

Y luego las redes, las putas redes. ¿Qué gana uno subiendo una historia o un estado? Porque yo no gano nada y aún así lo hago. Estar y parecer que estás. Estar sin querer y que te extrañen. ¿Es la vida lo que vives o lo que cuentas? Hubo un tiempo en el que estar era suficiente.

Una vez me dijeron que quizá alguna gente me "odiaría" menos si no subiera cosas mías en plan feliz, las cenas, los premios, las vacaciones...Supongo que eso me da igual, que esa gente, me da igual. Parto de la base de que todos somos lo bastante inteligentes como para saber que la vida de uno no es SOLAMENTE ese instante feliz que subes a las redes. Si he subido un estado divirtiéndome es porque en ese momento me ha apetecido compartir ese instante en el que realmente he estado feliz, pero eso no significa que medio segundo después se me haya podido torcer la noche. ¿No es conexión todo lo que andamos buscando? Que alguien se alegre contigo de tu instante feliz, porque esa mijita de cariño te llega a veces en todos aquellos momentos que no subes, en los que necesitas un poco de validación. A veces la vida , como diría mi Ali, no te acomoda y basta que alguien te diga, "¡eh, te vi, estabas radiante!", para que todo aparezca acomodarse un poquito aunque sea fugaz. Yo suelo arrepentirme de subir las cosas en cuanto me acuerdo que las he subido, porque soy así, un coñazo y pienso, ¿para qué subes nada ,subnormal? Pero más coraje que yo misma, me dan aquellos que no suben nada porque se creen que no compartir nada de su vida los hace moralmente superiores a aquellos que sí lo hacen, los que creen que disfrutan más que los que comparten lo que viven. En algunos casos puede que sí, pero en otros, ya te digo yo que no. ¿COMPARIR O NO COMPARTIR? Dilema Shakespiriano del siglo XXI.

Bueno, a lo que iba, que me da siempre en verano la nostalgia del pueblo como era en la época de Chanquete, que regreso a mis veranos en Nerja sin miles de personas pasando por el Boquete de Calahonda, que quiero mi bollicao y mi puleva de fresa mientras veo El coche fantástico y poder abrir el balcón sin el ruido de miles de coches y motos pasando por mi calle. Que no sé si ahora hace más calor que antes por el cambio climático o porque con la mediana edad todo nos enfaja más.

Y ahora me piro a la playa, a darle la merienda allí a mi hijo, porque dentro de treinta años lo echará de menos. Y no lo subiré a mi estado, o quizá sí, puede que por fastidiar a todos aquellos con FOMO, o puede que porque alguien lo vea y tal vez se alegre de verme bien aunque solo sea por lares cibernéticos. No somos tan egocéntricos, ni tan infelices, solo somos viejos jóvenes en veranos ajenos..



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