OJALÁ FUESE UNA BRUJA

 

Ojalá fuese una bruja (“ya lo eres, zorra” habréis pensado algunos, a esos que lo habéis pensado, sabed que no me importáis nada), una bruja buena o algo así, con un puñado de hechizos molones que protegieran a todos los míos de las fuerzas ocultas del mal, de las enfermedades, los abusones y los envidiosos.

Por supuesto, ser una bruja buena no me convertiría en una santa ni remotamente, hacer el bien no estaría reñido con algún conjuro juguetón que envolviera a alguna que otro en una invisible bruma sobrenatural que los forzara a decir la verdad. ¡Cómo iba a disfrutar! Tengo un par de víctimas en mente, ay si la gente supiera lo que esconden algunas fachadas de pulcritud y camaradería…obviamente “la bruma de la verdad” solo sería utilizada como un bien de interés público, jamás la utilizaría con mis amigos, ni con nadie a quien aprecie, menos aún conmigo misma, hay cosas que no necesitamos saber y la felicidad tiene a menudo una buena dosis de ignorancia e inopia.

Otra de mis facetas de bruja consistiría en inocular la vacuna buena (la Sputnik, la Jansen, la Astrazeneca, la que sea…) de un plumazo a toda la población sin efecto secundario alguno. “¿Y por qué no erradicas directamente la Pandemia?” habréis pensado algunos (los mismos que pensasteis al principio que ya era una bruja, seguro), porque no puedo, ostias, que acabo de empezar en esto de la brujería, que los hechizos no se aprenden en dos días, que hacerse bruja no es como hacerse coach nutricional, joder.

Empezaría por conjurillos sencillitos, nada de mezclar piel de sapo con sangre de vírgenes ni nada de eso, cosas más factibles, más modernas, más rollo sangre de tres influencers con saliva de tres youtubers que no vivan en Andorra, bueno eso último también está complicado…y lo primero que me haría sería un hechizo para mañana que me he apuntado a clases de Funky y es para verme bailando…pero no sería para bailar mejor sino para encontrar unos leggins que me queden bien que esto sin brujería no me sale nunca.

Y recordad, si algún día notáis cierto olor a azufre en mi presencia, huid, sobre todo los que habéis pensado lo que habéis pensado…